K´UÍNCHEKUA – La Fiesta de Michoacán
Con el paso de los años y por la aceptación del público, el evento se fue enriqueciendo y complementando con las manifestaciones culturales de las diferentes regiones de Michoacán, se fueron integrando paulatinamente las dos zonas de tierra caliente, el valle de Apatzingán y Huetamo, así mismo, los Otomíes y mazahuas de la zona oriente de Zitácuaro, de tal forma que para los años 90´s se le comenzó a llamar, K´uínchekua, “la fiesta grande de Michoacán”
La K´uínchekua desde su nacimiento se presentó en espacios cerrados (Teatro Morelos), en el año 2015, salió por primera ocasión de estado de Michoacán para presentarse en la sala principal del Palacio de Bellas Artes en la ciudad de México.
La sustancia del evento, desde siempre han sido las manifestaciones artísticas y culturales de los pueblos originarios de Michoacán, han sido los propios portadores de tradición quienes le han dado vida a este evento que se ha convertido en la representación artística escénica de mayor relevancia del gobierno de Michoacán.
En el año 2022, el Gobierno de Michoacán que encabeza el Mtro. Alfredo Ramírez Bedolla, a propuesta del Secretario de Turismo, Roberto Monroy García, en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como los equipos de turismo, cultura, protección civil, seguridad pública, comunicación social, el Ayuntamiento de Tzintzuntzan y las diferentes áreas de los gobiernos, unieron esfuerzos para darle una nueva visión sin interferir en su importancia cultural al proyecto “K’uínchekua, la Fiesta de Michoacán , la cual contempló la necesidad de presentar el programa en un espacio abierto, de grandes dimensiones, en un lugar que integrara nuestros orígenes ancestrales míticos, fue por ello que el nuevo y majestuoso escenario de la K’uínchekua hoy por hoy es la capital del antiguo imperio Purhépecha, Las Yácatas de Tzintzuntzan.
En ese nuevo escenario se ha comenzado a reescribir la historia del arte tradicional de Michoacán; ahí se han dado cita los máximos exponentes de “La Pirekua” el canto materno purhépecha (patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO, 2010) y los grandes músicos y danzantes conservadores que mantienen vivas las tradiciones en sus comunidades de origen, han estado presentes algunos de los pilares de la basta multiculturalidad que posee nuestro estado y que sostienen la riqueza cultural simbólica de todo un pueblo para decirle al mundo que los grupos étnicos de Michoacán están vivos y presentes en la plástica cultural de México; es la propia voz de los que hacen la cultura quienes manifiestan con sus diferentes formas de tocar y cantar, de bailar y de vestir, que en cada rincón de nuestro bello estado existen muchas texturas, colores y sonidos que cotidianamente retumban por doquier y que reflejan con claridad nuestros orígenes, nuestra esencia más pura y nuestra forma cotidiana de celebrar la vida.
Hoy en día, La K´uínchekua, tiene como principio fundamental, el respeto a los portadores y a los símbolos y significados de cada manifestación, se hace una curaduría responsable y respetuosa de la ritualidad y sincretismo cultural que subyace en cada expresión; el escenario es un espacio abierto donde todas las comunidades y los portadores tenemos un lugar, La K´uínchekua es ese encuentro de convivencia esperado por los propios artistas de la tradición, por las instituciones y por la gente de la comunidad que espera ver a sus artistas lucir en el escenario, es un espacio para la hermandad donde todos vamos por el mismo fin, el goce, el deleite y la preservación de nuestra cultura.
Conscientes de la enorme responsabilidad social y cultural que este proyecto exige, las secretarías de Turismo y cultura del estado de Michoacán, han trabajado arduamente y de manera coordinada para conformar y formalizar un equipo creativo y multidisciplinario para llevar a cabo esta gran encomienda cultural, la cual tiene como mayor finalidad, procurar el fomento, la conservación, la visibilización y la difusión del acervo cultural y patrimonial de Michoacán; que además promueve la sana convivencia y la hermandad entre los propios portadores de la tradición de los diferentes pueblos y regiones, que incentiva dignamente el talento de quienes hacen la tradiçión reconociendo así su valor humano y artístico, que a través del arte y la cultura se procura la armonía y el bienestar de los hombres y mujeres que habitan los pueblos de Michoacán; ese es el espíritu de la K´uinchekua, un momento de regocijo y espiritualidad en lugar sagrado para reencontrarnos con nuestros orígenes y con el sentido ancestral mítico de nuestra cosmovisión, un espacio lleno de orgullo y sentido de pertenencia que nos identifica del resto de la humanidad, es un breve instante donde se quema el copal para pedir permiso a los cuatro rumbos cósmicos para armonizar y convivir en paz, es ahí, justo ahí donde hay que zapatear con fuerza para pedir permiso a la tierra para sembrar la nueva semilla, es ahí donde se rompe el silencio de la noche oscura con el grito del Tatá K´eri en agradecimiento a Naná Kuerajpiri (La madre naturaleza) por la lluvia y la buena cosecha; es ese sencillo movimiento circular lo que nos hace recordar que nuestra ritualidad sigue presente en tiempo y espacio.
Mencionemos a manera de agradecimiento y reconocimiento a algunos de los pilares que han sido piezas importantes de esta noble historia, quienes con su vocación, convicción y entrega han engrandecido la fiesta de Michoacán a través de los años.
Naná Paula López, conservadora de la danza del torito de carnaval de la comunidad de Jarácuaro.
Tatá Gervacio López, conservador de la emblemática danza de los viejitos de la comunidad de Jarácuaro.
Tatá Pedro Dimas, musico y conservador de la danza de los Tumbís de la comunidad de Ichupio.
Tatá Cirilo Sierra, músico y conservador de la Danza de los viejos chicos de Charapan.
Maestro Serafín Ibarra, músico de sones y gustos de Huetamo.
Tatá José y los hermanos Dimas, Pireris de la comunidad de Santa Fe de la Laguna.
Dueto Zacán, Pireris de la comunidad de Zacán.
Tatá Pedro Patricio, Músico de la danza de torito de Carnaval de la comunidad de Jarácuaro.
Tatá Panchito y los hermanos Bautista, músicos de la comunidad de Paracho.
Maestro Antonio Orta, conservador de la danza de los Tlahualiles de la comunidad de Sahuayo.
Tatá Macedonio Contreras Cuara, conservador de la danza de los Kurpites de San Juan Nuevo Parangaricutiro.
Tatá Eleuterio y Tatá Cecilio Crisóstomo y su Orquesta antigua de Quinceo,
Maestro Beto Morfín y su conjunto de Arpa grande “Alma de Apatzingán”
Con este nuevo formato, La K´uínchekua pretende visibilizar y fomentar todos los elementos que conforman nuestra cultura, por tal razón en cada edición se irán abordando distintas temáticas, serán programas donde cada año haya espacio a la inclusión y la participación activa de los niños y jóvenes, mujeres y adultos mayores de nuestra comunidad; es por eso que en esta edición 2024, la temática son los niños, niñas y jóvenes, en consideración y reconocimiento a nuestros semilleros quienes hoy en día están recibiendo en sus manos, la estafeta como portadores de la tradición y quienes tendrán el día de mañana la responsabilidad de darle continuidad y salvaguardia al legado cultural patrimonial de nuestras comunidades.
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